Eres Exquisita

Teniendo como base el ejercicio inspirador del “cadáver exquisito”, propusimos que alrededor de treinta personas versionasen las distintas partes del cuerpo de una conocida figura femenina con técnicas escogidas al azar y sin tiempo para reflexionar.

Los objetivos eran claros:

Inmediatez

Disponemos de tan poco tiempo que las decisiones no serán consensuadas entre los participantes, sino que serán las respuestas más rápidas e intuitivas.

En muchas ocasiones, las ideas tienden a ser cuestionadas, dando como resultado algo ponderado, un valor intermedio, menos arriesgado y mediocre. Con este ejercicio se elimina ese proceso devastador.

Inconsciencia

Como resultado directo del condicionante anterior: la inmediatez, provocamos que se manifiesten, sin filtrado previo, las emociones que ocupan los lugares más importantes en nuestro subconsciente.

Colectividad

Una visualización completa del trabajo de todos los componentes, nos permite analizar qué sensaciones globales nos pertenecen a todos y las consideramos relevantes, como el amor, el miedo… y hacer una humilde radiografía grupal.

Éxito

No importa el resultado en sí mismo, el hecho de que habrá, inevitablemente, un resultado es el éxito. Los participantes (o jugadores) crearán un contenido de gran valor que, contrastado con las demás aportaciones, se multiplica.

Nosotros preparamos un lienzo descompuesto en varias bandas verticales. La base fue un cuadro español en el que se reconocen las diversas partes del cuerpo de una mujer recostada: “La Maja Desnuda” de Goya. Cada uno de los fragmentos del lienzo llevaba asociada una parte del mismo: cabeza, torso, caderas, piernas y pies.

Los participantes, divididos en grupos de 3 a 5 personas, se autoasignaron un fragmento de este cuadro.

La única imposición fue el tiempo (tan solo una hora), la técnica y el color (rotuladores rojos y negros), mientras que la temática la escogía cada uno de los grupos con total libertad y secretismo. Ahí radicaba el éxito de la sorpresa final.